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Los medicamentos biológicos y biosimilares han cambiado la forma de tratar y combatir las enfermedades, lo cual ofrece muchas ventajas; sin embargo, no están debidamente regulados en los países de la Región y sus costos todavía son muy altos. Por sus costos más bajos, los biosimilares pueden ser una oportunidad de ahorrar para los sistemas de salud de los países de América Latina y el Caribe, siempre y cuando los fármacos cumplan con los estándares de calidad establecidos por la Organización Mundial de la Salud y/o las agencias regulatorias de los países de alta vigilancia sanitaria.
Sin embargo, algunos biosimilares disponibles en ciertos países de América Latina y el Caribe no han demostrado su biosimilaridad ni su intercambiabilidad con respecto a los innovadores correspondientes. De modo que es fundamental contar con mecanismos que evalúen y controlen el nivel de seguridad que ofrece el uso clínico de estos medicamentos para prevenir o reducir los efectos nocivos para el paciente y, así, mejorar la salud pública.
La calidad de la regulación y su aplicación varía considerablemente entre países de la región. En Brasil se ha hecho una gran labor que ha impedido la comercialización de productos de calidad dudosa. No obstante, aún hay varios asuntos por definir en toda la región. Los principales son la trazabilidad y la farmacovigilancia.
Trazabilidad
Serie de procedimientos que permiten seguir la evolución de un producto o proceso en cada una de sus etapas. La trazabilidad es fundamental para garantizar la seguridad de los medicamentos.
Farmacovigilancia
Es la actividad de salud pública cuyo objetivo es la identificación, evaluación y prevención de los riesgos del uso de los tratamientos farmacológicos una vez comercializados. La farmacovigilancia permite detectar riesgos y generar programas para mitigarlos.
En América Latina y el Caribe no hay criterios de nomenclatura para biosimilares; se usa el mismo nombre que el innovador, como en genéricos. La nomenclatura debe permitir a la farmacovigilancia tener un nombre claro que permita identificar de manera inequívoca a cada producto; es absolutamente necesario para garantizar la trazabilidad. Es decir, poder determinar con precisión qué producto se administró al paciente para poder atribuir sus efectos terapéuticos y sus reacciones adversas sin confusión.
Se considera que los medicamentos que estén logrando un efecto terapéutico adecuado, sean biológicos o biosimilares, no deben ser sustituidos por motivos económicos porque en la actualidad hay países en Latinoamérica donde realizar la sustitución de medicamentos biológicos no garantiza la seguridad de los pacientes por los siguientes motivos:
La farmacovigilancia rigurosa es esencial en todos los productos biológicos —incluidos los biosimilares— para proteger a los pacientes y asegurar que cualquier evento adverso sea rápidamente detectado, informado y se atribuya al producto y fabricante correcto. Por lo tanto, solicitamos a las Autoridades de Salud de los países de América Latina y el Caribe lo siguiente:
Dichas solicitudes se consensaron durante el primer BIOSUMMIT, reunión de Bioredes de América del Sur promovido y facilitado por la Alianza Global de Acceso a Pacientes GAFPA en Brasilia, Brasil, el 29 de agosto de 2019 con la participación de los representantes de
Acerca de las BIOREDES
Son redes de trabajo colaborativo y flexible de organizaciones de pacientes, que se unen para propender por el acceso seguro, adecuado, continuo, eficiente, oportuno y de alta calidad a los medicamentos biotecnológicos, así como por un sistema de salud equitativo y centrado en el paciente.